Casa Victoria Ocampo. Una maqueta con jirafas.
Based on the My house is a Le Corbusier project, Cristian Chironi inhabits seminal modernist buildings around the world, restoring them to their original function as dwelling spaces, and finding within this extraordinary space of contemporary art, a way of resolving his concrete problem of not having a home to call his own. Over these experiences, the artist combines images with information as well as acting on prompts to create very personal interventions: assembling hybrid materials from the archives, using furniture from the houses where he stays with contemporary images to create a universe which gently, subtly tips a wink at the urban cityscape and architecture in general.
Chironi has disembarked at the Casa Victoria Ocampo as part of the BIENALSUR initiative, and will be receiving the public on a weekly basis as he delves into the anecdotes and stories of the personalities who gave life to the first rationalist-style house in Buenos Aires. The disparaging description of the house, according to its own architect Alejandro Bustillo, as a “scale model with giraffes,” is the point of departure chosen by Chironi for his own contribution. Creating a dialogue between collage, videos and installation, he offers up an eccentric portrait of the city’s urban landscape with the house inserted into as some sort of alien element grafted into a district that is overpoweringly neoclassical in style.
Le Corbusier’s sketches of buildings in Buenos Aires are “intervened” with photographs taken by Chironi over the course of his daily commute from his apartment to the house: the anarchic dynamism of the city expressed through a hopeless urban jungle populated by animals struggling to withstand the invasion of the air-conditioning units which proliferate in the city. In the same way, what Victoria Ocampo commissioned of the legendary Swiss architect, which never came to fruition, is used as a vehicle to create a fragmentary reconstruction of the existing building. A “maculate giraffe” appears repeatedly as a motif in the form of a rug, triggering surreal associations which hint at the house’s origins. In spite of overseeing the building work. Bustillo never agreed with Victoria’s stubborn insistence on having the construction in the modernist style while the rest of the city was at the time fully under the sway of French neoclassicism. Thus, the architect is portrayed in this exhibition as a book, squashed under a table, while a radiant Victoria Ocampo invites people in to inhabit her house.
Curated by Benedetta Casini.
A partir de su proyecto “My House is a Le Corbusier” Cristian Chironi habita arquitecturas paradigmáticas del movimiento moderno alrededor del globo, restituyéndoles su función original de lugares para habitar y a la vez hallando, desde el espacio excepcional del arte contemporáneo, un expediente para resolver el problema concreto de la falta de vivienda propia. A lo largo de estas experiencias el artista releva imágenes, informaciones y sugestiones que funcionan como puntapié para sus intervenciones: ensamblajes e hibridaciones de materiales de archivos, muebles de las casas que habita e imágenes contemporáneas generan un universo teñido de sutiles guiños hacia el entorno urbano y la arquitectura.
En el marco de BIENALSUR-Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur, Chironi desembarca en la Casa Victoria Ocampo, donde recibe al público semanalmente mientras ahonda en las anécdotas y en las historias de las personalidades que dieron vida a la primer casa racionalista de Buenos Aires. La despectiva descripción de la casa, identificada por su mismo arquitecto Alejandro Bustillo como “Una maqueta con jirafas”, es el punto de partida para la exposición de Chironi. Collage, videos e instalaciones dialogan entre sí restituyendo al público un excéntrico retrato del paisaje urbano de la ciudad y de la casa que se erige como injerto ajeno en un barrio dominado por el estilo arquitectónico neoclásico.
Bocetos de Le Corbusier sobre la urbanística de Buenos Aires son intervenidos con fotografías tomadas por Chironi a lo largo del recorrido diario entre su departamento y la casa: el dinamismo desregulado de la ciudad se expresa a través de una jungla urbana desesperanzada y poblada por animales que se resisten al contagio de equipos de aire acondicionado que ploriferan por la ciudad. De la misma forma el proyecto pedido por Victoria Ocampo al icónico arquitecto suizo – y nunca realizado – funciona como soporte para una reconstrucción fragmentaria del edificio existente. Una jirafa aparece repetidamente en forma de alfombra maculada, disparando asociaciones surreales que remiten al origen de la casa. A pesar de haber dirigido los trabajos, Bustillo nunca coincidió con la tenaz insistencia de Victoria para que la construcción respetara el estilo modernista, en una ciudad por aquel entonces completamente dominada por el neoclasicismo francés. Es así que el arquitecto aparece en la exposición en forma de libro aplastado por una de las mesas de la casa, mientras Victoria Ocampo, radiante, despliega su rostro con gestos para habitar.